Un festival es una fiesta, los hay de todo tipo, para todos los ámbitos de la creación, artísticos o no; un festival siempre está vinculado al hecho cultural y cuando están desprovistos del hecho mercantil son verdaderos medidores de la altura espiritual de una sociedad. En los festivales nos encontramos, nos visibilizamos y nos reconocemos como iguales en nuestras diferencias. Los de música son de los más interesantes, porque los asistente lejos de ser espectadores pasivos se convierten en el alma de la fiesta. A los festivales de música vamos a ver, escuchar y además a bailar, para consumar así el hecho extraordinario de la celebración colectiva entre gente desconocida existiendo al son una misma melodía.
Desde hace dos años, se viene celebrando el Festival El Convite un evento maravilloso para el encuentro de los amantes de la música y la fiesta. Tres días en los que los asistentes nos encontramos con las propuestas musicales del momento y algunas otras manifestaciones artísticas. La experiencia de las ediciones pasadas de El Convite han sido sencillamente mágicas y en el futuro confiamos que seguirán siendo así; porque tienen que venir próximas ediciones.
El Convite, apunta a convertirse en el festival musical más significativo del país, eso será posible solamente garantizando que año tras año la experiencia adquirida en cada edición pueda ponerse en práctica. En Venezuela hay varios festivales musicales, públicos y privados, pero temáticos en su inmensa mayoría, dedicados a un genero especifico; los hay de rock, de jazz, de salsa, de nuevas bandas y los asociados a ferias populares o fiestas patronales, pero no existe ningún festival de la envergadura, variedad y calidad de el Festival El Convite y si le sumamos el hecho de que este es un evento que cuenta con patrocinio público pero es una iniciativa absolutamente independiente cobra mayor valor.
Lo que mueve un evento como este es una maquinaria perfectamente ensamblada y engrasada. Durante el espacio-tiempo que sucede El Convite cientos de profesionales ponen su mayor esfuerzo en pro del éxito del espectáculo; así productores, músicos, managers, promotores, comunicadores, personal logístico, técnicos de iluminación y sonido y un largo etcétera aportan su conocimiento y experiencia para que el público asistente, solo tenga que preocuparse y concentrarse en disfrutar las muestras musicales y demás manifestaciones artísticas.
Hay quienes piensan que un festival de esta magnitud es un derroche de dinero y tiempo. Las ganancias no se ven en cifras numéricas, no son ceros en una cuenta bancaria, porque la riqueza que en el plano de lo simbólico deja en asistentes y participantes no es cuantificable. Garantizar que El Convite siga sucediendo, mejorando y creciendo debe ser un compromiso adquirido por todos los que, como quien escribe, asumimos el arte, la creación y el sano espectáculo como modo de vida y ámbito profesional. No es difícil vislumbrar a este festival entre los más importantes del continente en un futuro cercano y en ello me apuesto la vida.
Vladimir Sosa Sarabia
sosasarabia@gmail.com
Publicado en página web de El Convite. 10 de junio de 2019.
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