sábado, 7 de septiembre de 2019

Consulado Caribe: CHANO, QUE MANTECA

En los Estados Unidos de los años cuarenta los blancos y sus big bands se habían apoderado del swing. Aquel ritmo fecundado y parido en las comunidades negras de New Orleans pasaba por una verdadera crisis estética y existencial. Se había comercializado, domesticado. Así, a mediados de la década los negros volvían por lo suyo e irrumpieron con una verdadera revolución dentro de jazz. Con Dizzy Gillespie, Thelonious Monk y Charlie Parker a la cabeza de aquella insurrección y planteando un novedoso estilo frenético e irreverente surgió el bebop.


En medio de aquella revuelta algunos músicos afrocaribeños aparecieron en escena, entre ellos Mario Bauza, Machito y Luciano "Chano" Pozo; este último un cubano nacido en La Habana en enero de 1915, experimentado conguero, ducho en los ritmos populares y religiosos de la cubanía. El percusionista ya consagrado en Cuba había tocado suelo norteamericano y es Mario Bauza quien lo pone en contacto con el trompetista Dizzy Gillespie que estaba en búsqueda de un tamborero para su agrupación.

La dupla transformó para siempre el jazz. Del trabajo conjunto y la fusión del jazz bebop y los ritmos afrocubanos surgió el cubop, llamado posteriormente jazz afrocubano, piedra fundacional de todo lo que hoy día se conoce como jazz latino. Fue en septiembre de 1947 que una presentación del dúo Gillespie-Pozo en el Carnegie Hall de Nueva York, retumbaría con Manteca, quizá el más famoso e impresionante tema cubop, desde entonces hasta nuestros días. Esa noche el jazz y la música toda cambió para siempre.

Manteca sería grabado en 1948, mismo año en el que una riña callejera acabaría con la vida del legendario tamborero en Nueva York, un 3 de diciembre. "Con Chano Pozo habíamos tenido un éxito inmediato. Pero lo que es importante: Chano cambió el gusto de la música en los Estados Unidos, y a mí me alegra haber tenido algo que ver en ese fenómeno. Chano, con sus siete tambores cubanos, fue el factor decisivo en el proceso de introducir e integrar la música afrocubana en el jazz norteamericano" diría Dizzy Gillespie a Leonardo Padura, publicado en su libro Siempre la memoria, mejor que el olvido. Viva Chano Pozo.

Vladimir Sosa Sarabia 
sosasarabia@gmail.com



Publicado en Semanario Todas Adentro N°745. 12 de enero de 2019.

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