“No se dice 'lapso de tiempo' porque es una redundancia. Lapso solo aplica al tiempo, así que lo correcto es decir por ejemplo, En un lapso de diez días”.
Ajá
“Trate de no convertir sustantivos o adjetivos en verbos”
¿Cómo así?
“No escriba ni diga nunca eso de 'aperturar', por ejemplo, o 'versionar'. Es terrible.
Ajá
“No entiendo por qué ahora dicen 'mi amigo personal', si un amigo es un amigo.¿será que no creen y necesitan acentuarlo?
Ajá
“¡Qué barbaridad! ¿Cómo pueden escribir que se le hizo la autopsia a un cadáver?. Es autopsia nada más. Que yo sepa no se le hace autopsia a un vivo”.
Ajá
“Mija, tenga cuidado con el 'ingresar' y el 'entrar'.
¿Por qué?
Porque no son sinónimos. No es lo mismo, por ejemplo, entrar en un hospital que ingresar en él. A la Real Academia de la Lengua entran muchas personas, pero pocas ingresan a ella. ¿Me copió?
Ajá
Y así por esa vía de enseñanza sencilla, alegre e inolvidable, el inmenso periodista que fue el profesor Jesús Rosas Marcano me enseñaba el amor al idioma sin aula, con afecto al viento. Nos sentábamos en unas escaleras en cualquier parte y allí nos ratificábamos la amorosa responsabilidad de ser periodista más allá de la crónica, el reportaje, la opinión, pues incluíamos la verticalidad con el idioma, golpeado en estos tiempos tanto en el hablar como en la escritura.
Como él, me es imposible olvidar a maestros periodistas que he conocido directamente como Jesús Romero Anselmi, Carlos María Gutiérrez, José Suárez Núñez, Carlos Jorquera y Eleazar Díaz Rangel entre otros, o a mi eterno profesor de castellano, Carlos Gauna y a mi querido profesor de latín, Germán Flores por haberme inculcado ejemplo y valores. Algunos siguen haciendo camino y otros partieron a ejercer la eternidad.
Ajá
“Trate de no convertir sustantivos o adjetivos en verbos”
¿Cómo así?
“No escriba ni diga nunca eso de 'aperturar', por ejemplo, o 'versionar'. Es terrible.
Ajá
“No entiendo por qué ahora dicen 'mi amigo personal', si un amigo es un amigo.¿será que no creen y necesitan acentuarlo?
Ajá
“¡Qué barbaridad! ¿Cómo pueden escribir que se le hizo la autopsia a un cadáver?. Es autopsia nada más. Que yo sepa no se le hace autopsia a un vivo”.
Ajá
“Mija, tenga cuidado con el 'ingresar' y el 'entrar'.
¿Por qué?
Porque no son sinónimos. No es lo mismo, por ejemplo, entrar en un hospital que ingresar en él. A la Real Academia de la Lengua entran muchas personas, pero pocas ingresan a ella. ¿Me copió?
Ajá
Y así por esa vía de enseñanza sencilla, alegre e inolvidable, el inmenso periodista que fue el profesor Jesús Rosas Marcano me enseñaba el amor al idioma sin aula, con afecto al viento. Nos sentábamos en unas escaleras en cualquier parte y allí nos ratificábamos la amorosa responsabilidad de ser periodista más allá de la crónica, el reportaje, la opinión, pues incluíamos la verticalidad con el idioma, golpeado en estos tiempos tanto en el hablar como en la escritura.
Como él, me es imposible olvidar a maestros periodistas que he conocido directamente como Jesús Romero Anselmi, Carlos María Gutiérrez, José Suárez Núñez, Carlos Jorquera y Eleazar Díaz Rangel entre otros, o a mi eterno profesor de castellano, Carlos Gauna y a mi querido profesor de latín, Germán Flores por haberme inculcado ejemplo y valores. Algunos siguen haciendo camino y otros partieron a ejercer la eternidad.
Mañana, Día del periodista venezolano, ratificamos nuestro compromiso con la gratitud, con la verdad, y con las formas de decirla.
Lil Rodríguez
@lildelvalle
Mestro Jesús Rosas Marcano |
No hay comentarios:
Publicar un comentario