Hoy los seguidores de la Trova Madre recordamos a Sindo Garay, y los amantes de la poesía militante y afro recordamos a Nicolás Guillén, fallecidos en 1968 y 1989 respectivamente. Y un 16 de julio nacieron Don Fernando Ortiz y Rubén Blades.
Este 16 de julio que ya culminó también festejamos los melómanos de por acá el natalicio de un ser excepcional, un gringo de origen sueco que nos aportó un mundo de sonoridades, posibilidades y experiencias a través de la música caribeña que asumió un día para no abandonar jamás.
Estamos hablando de Callen Tjader, para nosotros sencillamente Cal Tjader, un grande que se atrevió, y cómo, a sumergirse en la melódica y la rítmica afrocaribeña en general y afrocubana en particular para realzar tanto al Caribe como a su trabajo creador.
Nació en San Luis, EEUU, el 16 de julio de 1925 y falleció como consecuencia de un infarto cuando estaba en una gira en Manila, Filipinas, el 5 de mayo de 1982. El vacío dejado por este genial vibrafonista se siente todavía.
Por uno de mis hermanos supe de Tjader pues integró un trío que a él le gustaba mucho: el de Dave Brubeck, pero realmente le conocimos y admiramos a partir de las dos joyas grabadas junto a Eddie Palmieri entre mayo de 1966 y marzo de 1967: El Sonido Nuevo y Bamboléate.
Palmieri y Tjader eran famosos y, qué cosa, ya Tjader había trabajado sobre temas de Chano Pozo y además su percusionista era tremendo admirador de Pello el Afrokan. No olvidemos que Palmieri estaba decidido a trabajar con el Mozambique, ritmo creado por Pello.
Este 16 de julio que ya culminó también festejamos los melómanos de por acá el natalicio de un ser excepcional, un gringo de origen sueco que nos aportó un mundo de sonoridades, posibilidades y experiencias a través de la música caribeña que asumió un día para no abandonar jamás.
Estamos hablando de Callen Tjader, para nosotros sencillamente Cal Tjader, un grande que se atrevió, y cómo, a sumergirse en la melódica y la rítmica afrocaribeña en general y afrocubana en particular para realzar tanto al Caribe como a su trabajo creador.
Nació en San Luis, EEUU, el 16 de julio de 1925 y falleció como consecuencia de un infarto cuando estaba en una gira en Manila, Filipinas, el 5 de mayo de 1982. El vacío dejado por este genial vibrafonista se siente todavía.
Por uno de mis hermanos supe de Tjader pues integró un trío que a él le gustaba mucho: el de Dave Brubeck, pero realmente le conocimos y admiramos a partir de las dos joyas grabadas junto a Eddie Palmieri entre mayo de 1966 y marzo de 1967: El Sonido Nuevo y Bamboléate.
Palmieri y Tjader eran famosos y, qué cosa, ya Tjader había trabajado sobre temas de Chano Pozo y además su percusionista era tremendo admirador de Pello el Afrokan. No olvidemos que Palmieri estaba decidido a trabajar con el Mozambique, ritmo creado por Pello.
Bobby Rodríguez, Barry Rogers e inclusive Ismael Quintana estuvieron en esa experiencia que juntó a estos dos colosos. Quien tenga esos álbumes, atesórelos pues son joyas musicales. No da para mucho el espacio coteño pero recordemos a Cal Tjader, hurguemos en su discografía y obra, y valoremos, más allá del jazz y la salsa su aporte a la musicalidad caribeña actual.
Lil Rodríguez
@lildelvalle
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