Cuando leímos el borrador de la Carta Fundacional de la Comuna 27 de febrero de Guarenas, quien escribe se erizó, pues comienza dando un ejemplo de amorosa pertenencia. Habla de los pobladores originarios, los Chagaragoto, de su amor por el valle de Huerena, donde residían, y de su resistencia frente al invasor.
A través de Conchita Rodríguez me llegaba la petición para revisar en sintaxis y ortografía aquél extenso escrito fundacional. Comparto la emoción porque en esta zona hay habitantes de todo signo político y de diferentes posturas ideológicas, y sin embargo el ejercicio de unidad en la diversidad para lograr un objetivo común fue y es ejemplar. A partir de lo que nos une se trabaja y los habitantes de dos grandes urbanizaciones guareneras, 27 de febrero y El Torreón, se trazaron la meta del autogobierno, ese que destraba burocracias y permite conocer de frente a quien trabaja y a quien solo habla…
Apoyando a estas comunidades no cesaba esta negra de colocar la exquisitez de grupo que es “Un,dos, tres y fuera” y de cantar El totumo de Guarenas, inmortal tema del guarenero Benito Canónigo, tema que además está registrado como un Golpe Guarenero (no es golpe tuyero).
Saber que “totumo” significa “para todo” habla de lo útil del árbol y de su fruto, y de la tapara que sale del totumo. Fue la tapara (de la expresión ta para agua) la cantimplora de los chagaragoto, la que usaron para hacer maracas y fotutos, achoteros y teteros, la vasija de la manteca y el tabaco, el compartimento para llevar insumos útiles en los viajes, tapara bendita, emblemático árbol de totumo que ampara a las gallinas en los patios, significado gregario y participativo: “para todo”.
Ahora nos da por parafrasear a Benito Canónigo y entonar: “Cuando pienso en la comuna/ yo no sé lo que me da/ que me pongo en condiciones de tocá, cantá y bailá, si señor...”
Unidad en la diversidad. Buen ejemplo.
Lil Rodríguez
@lildelvalle