jueves, 28 de julio de 2016

LA COTA LIL: El Totumo de Guarenas

Cuando leímos el borrador de la Carta Fundacional de la Comuna 27 de febrero de Guarenas, quien escribe se erizó, pues comienza dando un ejemplo de amorosa pertenencia. Habla de los pobladores originarios, los Chagaragoto, de su amor por el valle de Huerena, donde residían, y de su resistencia frente al invasor.

A través de Conchita Rodríguez me llegaba la petición para revisar en sintaxis y ortografía aquél extenso escrito fundacional. Comparto la emoción porque en esta zona hay habitantes de todo signo político y de diferentes posturas ideológicas, y sin embargo el ejercicio de unidad en la diversidad para lograr un objetivo común fue y es ejemplar. A partir de lo que nos une se trabaja y los habitantes de  dos grandes urbanizaciones guareneras, 27 de febrero y El Torreón, se trazaron la meta del autogobierno, ese que destraba burocracias y permite conocer de frente a quien trabaja y a quien solo habla…

Apoyando a estas comunidades no cesaba esta negra de colocar la exquisitez de grupo que es “Un,dos, tres y fuera” y de cantar El totumo de Guarenas, inmortal tema del guarenero Benito Canónigo, tema que además está registrado como un Golpe Guarenero (no es golpe tuyero).

Saber que “totumo” significa “para todo” habla de lo útil del árbol y de su fruto, y de la tapara que sale del totumo. Fue la tapara (de la expresión ta para agua) la cantimplora de los chagaragoto, la que  usaron para hacer maracas y fotutos, achoteros y teteros, la vasija de la manteca y el tabaco, el compartimento para llevar insumos útiles en los viajes, tapara bendita, emblemático árbol de totumo que ampara a las gallinas en los patios, significado gregario y participativo: “para todo”.

Ahora nos da por parafrasear a Benito Canónigo y entonar: “Cuando pienso en la comuna/ yo no sé lo que me da/ que me pongo en condiciones de tocá, cantá y bailá, si señor...”

Unidad en la diversidad. Buen ejemplo.

Lil Rodríguez
@lildelvalle

domingo, 24 de julio de 2016

Consulado Caribe: EL REY NEGRO

“Miren atentamente a África, cuando un rey negro sea coronado, porque el día de la redención estará cerca” con esa frase, extraída de un discurso al que nunca he tenido acceso en su totalidad, y miren que lo he buscado, el jamaiquino Marcus Garvey puso la piedra fundacional del rastafarismo, una filosofía espiritual que nacería en la isla caribeña y que luego se propagaría a lo largo del globo, gracias a unos de los embajadores mas potentes que haya conocido la humanidad, Robert Nesta Marley. 


Tafari Makonen, según su nombre ascendería al trono casi 15 años después de aquella ¿profecía?, como Emperador de Etiopía, el mundo presenciaba así como un descendiente directo de Makeda, la reina de Saba y el Rey Salomón último monarca del bíblico reino unido de Israel, era coronado. El hombre, antes nombrado Ras, príncipe o jefe en lenguaje amárico, venia aspirando al trono en medio de un sinnúmero de conspiraciones, conflictos armados e incluso la primera guerra ítalo-etiope; sucedió entonces que en medio de conflictos internos Ras Tafari Makonnen es proclamado Emperador de Etiopía en abril y coronado Negus Nagast (Rey de Reyes) Haile Selassie, el 3 de noviembre de 1930.

Aquel día, comenzó al gestarse el rastafarismo, nombre dado en honor al Ras Tafari, y cuya principal premisa era la repatriación de los negros descendientes de los esclavizados, traídos contra su voluntad a tierras americanas, durante los periodos coloniales, teniendo en Marcus Garvey su principal promotor. Haile Selassie donó para tal fin parte de sus tierras personales para que los pocos repatriados pudiesen establecerse, se llama Shashamane, y hoy día permanecen allí.

Es así como un movimiento de repatriación y una frase, quizá descontextualizada, dan inicio a una filosofía espiritual enraizada en textos bíblicos y otros antiguos, asociados al cristianismo y la antigua Etiopía. Pero que más allá del simple símbolo, estudia poco o nada, la vida e ideas de un emperador, pretencioso y caduco como Haile Selassie I nacido un 23 de julio de 1892; a quien, la periodista italiana Oriana Fallaci retrato en una entrevista demoledora para su libro máximo “Entrevista con la Historia” (Rizzole Editore, Milan, 1974), no si antes hacer un mea culpa del desastre que hizo Mussolini en la Etiopía del Emperador.

Sin embargo, el rastafarismo es creación y cultura caribeña, asociada musicalmente al reggae y los tambores nyabinghi; un hilo comunicante entre el Caribe negro y la Madre África, que merece atención y estudio, como fenómeno de resistencia cultural de tantos hombres y mujeres que fueron arrancados (literalmente) de su tierra ancestral, teniendo en consecuencia que valerse de toda cantidad de elementos para resistir y subsistir en tierras americanas, sincretismo mediante. Jah Rastafari I.

Vladimir Sosa Sarabia
sosasarabia@gmail.com

domingo, 17 de julio de 2016

LA COTA LIL: Cal Tjader, aquél gringo sueco

Hoy los seguidores de la Trova Madre recordamos a Sindo Garay, y los amantes de la poesía militante y afro recordamos a Nicolás Guillén, fallecidos en 1968 y 1989 respectivamente. Y un 16 de julio nacieron Don Fernando Ortiz y Rubén Blades.

Este 16 de julio que ya culminó también festejamos los melómanos de por acá el natalicio de un ser excepcional, un gringo de origen sueco que nos aportó un mundo de sonoridades, posibilidades y experiencias a través de la música caribeña que asumió un día para no abandonar jamás.

Estamos hablando de Callen Tjader, para nosotros sencillamente Cal Tjader, un grande que se atrevió, y cómo, a sumergirse en la melódica y la rítmica afrocaribeña en general y afrocubana en particular para realzar tanto al Caribe como a su trabajo creador.

Nació en San Luis, EEUU, el 16 de julio de 1925 y falleció como consecuencia de un infarto cuando estaba en una gira en Manila, Filipinas, el 5 de mayo de 1982. El vacío dejado por este genial vibrafonista se siente todavía.

Por uno de mis hermanos supe de Tjader pues integró un trío que a él le gustaba mucho: el de Dave Brubeck, pero realmente le conocimos y admiramos a partir de las dos joyas grabadas junto a Eddie Palmieri entre mayo de 1966 y marzo de 1967: El Sonido Nuevo y Bamboléate.

Palmieri y Tjader eran famosos y, qué cosa, ya Tjader había trabajado sobre temas de Chano Pozo y además su percusionista era tremendo admirador de Pello el Afrokan. No olvidemos que Palmieri estaba decidido a trabajar con el Mozambique, ritmo creado por Pello.

Bobby Rodríguez, Barry Rogers e inclusive Ismael Quintana estuvieron en esa experiencia que juntó a estos dos colosos. Quien tenga esos álbumes, atesórelos pues son joyas musicales. No da para mucho el espacio coteño pero recordemos a Cal Tjader, hurguemos en su discografía y obra, y valoremos, más allá del jazz y la salsa su aporte a la musicalidad caribeña actual.

Lil Rodríguez
@lildelvalle


sábado, 16 de julio de 2016

Consulado Caribe: EL TUMBAO DE NICOLÁS GUILLÉN


Hace 27 años ya, un 16 de julio, el Caribe despidió al poeta Nicolás Guillén. El Poeta del son, como le conocemos, había nacido en 1902, también julio, en Camagüey, donde se celebra el maravilloso San Juan Camagüeyano. Militante de la libertad, las letras y la negritud, fue el poeta que escribió y canto a los negros de Cuba y del Caribe. En Guillén nos reflejamos y nos reconocemos los de afro y tumbao melao, nacidos del mestizaje de la cuenca.

Al poeta lo hemos leído, pero si no, de seguro lo ha bailado con Héctor Lavoe: “Ay Negra, si tu supiera…” que al Songoro Cosongo de Nicolás le puso clave, para prender el vacilón. Lo mismo pasa con la Sonora Ponceña cuando entona: “De qué callada manera, se me adentra usted sonriendo, como si fuera la primavera. Yo, muriendo”, uno con vista al cielo y brazos al aire, canta y baila, así sea solo en un ladrillo.

Canción o De que callada manera, la plasmó inicialmente Pablo Milanés en su disco dedicado al poeta, titulado Canta a Nicolás Guillén en 1975; y luego la volvió a grabar en 1985, pero esta vez a dúo con la bella, en voz y figura, Ana Belén, para el LP Querido Pablo. No son pocas las voces que han cantado a Guillén, a la lista se le suman Amaury Pérez, Marta Valdés, Daniel Viglieti, Adolfo Celdran, Roy Brown, Quilapayún, Víctor Manuel y tantos otros, que a lo largo del redondo terráqueo han metido mano del verso mulato y rebelde del infinito Nicolás.


Al cubano no sólo le debemos, en su imprescindible obra poética, el genio de sus versos; sino que además, en su canto cabalga la dignidad del llamado color cubano, que también valdría decir color Caribe. El matiz de su obra no es más que, en mi muy humilde opinión, la exaltación de quiénes somos, habitantes de esta cuenca caribeña, producto del mestizaje, desde la visión privilegiada del poeta nacido en la mayor de las Antillas, “tamba del negro que tumba, tamba del negro, caramba”.

Vladimir Sosa Sarabia
sosasarabia@gmail.com


Publicado en Semanario Todas Adentro N°618. 16 de Julio de 2016.
Enlace: https://issuu.com/todosadentro/docs/tira_618

domingo, 10 de julio de 2016

LA COTA LIL: Carlos Puebla, Irreductible

Este martes se cumplirán 27 años de la partida de Carlos Puebla, excepcional trovador que no dudó nunca en otorgar sus dones a la causa de su pueblo, que libraba la batalla por su segunda independencia.

Siempre hemos pensado que él y Alí Primera tienen mucho en común, sobre todo la ausencia del miedo. A nuestro Padre Cantor jamás le tembló la voz ni el pulso para citar a Bolívar cuando nadie lo nombraba, para hablar de proletariado cuando el término estaba enclaustrado en pequeños grupos, para arengar contra el Imperialismo llamándolo por su nombre y oponiéndosele de frente con lo único que tenía: su cuatro, su guitarra, su creación, su voz y su irreductible militancia. Así, exactamente fue Carlos Puebla, enfrentado a toda forma de opresión y cantando las verdades aún a costa de la prisión y la persecución. Es leyenda cómo en plena dictadura de Batista fue invitado a la televisión y Puebla, todo él, vertical como era, cantó: “Aquí falta, según veo, un nuevo gesto mambí / la palabra de Martí / o el machete de Maceo”. Luego nadie quería salir del estudio de TV por miedo, justo lo que nunca tuvo el gran juglar.

Nació el 11 de septiembre de 1917 y nos dejó físicamente el 12 de julio de 1989, el martes hará 27 años. El anecdotario de su obra es infinito. Con su grupo “Los Tradicionales” hizo Este es mi pueblo, Pobre mi Cuba y Plan de Machete en plena dictadura y temas como En eso llegó Fidel, Duro con él, cinco puntos, Emiliana y hasta Venezuela, amén de Hasta Siempre y Que pare el son en tributo al Che. Un extenso artículo mío al respecto está en: http://www.cubadebate.cu/especiales/2009/07/12/carlos-puebla/#.V3_vIdZyhyQ

Carlos Puebla fue un legítimo sonero por música y por causa social.
Una vez dijo: “Yo no soy un cantante. Yo soy un cantor. Cantante es el que tiene con qué. Cantor es el que tiene por qué”. Fue a él a quien Nicolás Guillén dijo: El poeta eres tú. Y así sigue siendo. Poeta militante.

Lil Rodríguez
@lildelvalle

Consulado Caribe: UN DIA PARA EL BOLERO

El bolero salió de Cuba. Allí se originó, se desarrolló y despegó hacia el mundo entero, y tan sabroso y sentido es el bolero que muchos países, sobretodo caribeños, lo hicimos nuestro. Se dice de él, que acompaña en el despecho, pero sin encasillarlo, es maravilloso también para el cortejo, el amor y la alegría. Y es que el bolero es puro sentimiento, el más puro y genuino sentimiento hispanoamericano.

El pasado 2 de julio celebramos el bolero y a sus interpretes en esta tierra nuestra. Sobretodo conmemoramos la eternidad del más grande bolerista que haya parido la Tierra, el inolvidable Felipe Pirela, cuya vida fue cegada en 1972 en Puerto Rico, donde el venezolano de Maracaibo, cumplía compromisos artísticos. Allá en una calle de Santurce alzó vuelo a la inmortalidad El Bolerista de América.

Felipe Pirela, El Bolerista de América.
En honor a Felipe, quedó instaurado en nuestro calendario el 2 de julio como Día Nacional del Bolero, y fue gracias a La Patana Cultural del Complejo Cultural Teatro Teresa Carreño que este día especial de nuestra identidad no pasara inadvertido, así que allá nos convocamos los amantes de este ritmo 'senti-sonante' para celebrarlo junto a Fabiola José, Leonel Ruiz y el Grupo Iven.

Fabiola José. Foto: Manuel Valentini
Revivimos allí, el Parece Mentira de Fabiola José, un repertorio de boleros venezolanos que la cantora y el inquieto Leonel Ruiz, grabaron y convirtieron en un disco indispensable para los amantes de los ritmos del Caribe. Para esa placa convocaron a Roberto Koch, Gilles Grivolla y a Carlos “Nene” Quintero, quienes interpretaron a Aldemaro Romero, María Luisa Escobar, Ignacio Izcaray, Conny Méndez, Luis Laguna, Homero Parra, José Antonio Méndez, Ibrahim Bracho y al propio Leonel Ruiz, quien firma par de temas, uno de ellos Parece Mentira, que da título al disco, al show y a la gira.

Esa noche, camino a casa y todavía con el sabor del bolero en el corazón, corrió la voz con la noticia de la partida de otro insigne venezolano, se apagaba la vida de Carlos “Morocho” Hernández, uno de los mas grandes boxeadores de la historia de los cuadriláteros. Fue un día para homenajear, añorar, celebrar y despedir. Fue un día para el bolero, parece mentira.

Vladimir Sosa Sarabia
sosasarabia@gmail.com


Publicado en Semanario Todas Adentro N°617. 09 de Julio de 2016.
Enlace: https://issuu.com/todosadentro/docs/issuutira_617https://issuu.com/todosadentro/docs/issuutira_617