La
primera vez que la vi, creí que era una modelo, fue una fotografía
en una publicación de música afrolatina. Rubia, alta, de cabello
muy corto y con una trompeta en la mano. Saltaron los prejuicios
“¿para qué ponen una modelo gringa en un artículo de estos?”.
La rubia de la trompeta era Maite Hontelé, responsable de un sonido
sabroso y compacto, en mi opinión de lo mejor que está sonando en
la música actual. De inmediato me hice un fanático, y resultó que
no era gringa, sino holandesa.
Con el
tiempo leí que a Rubén Blades le pasó lo mismo, la confundió con
una modelo de portada de revista. Maite, vive en Medellín, se la
trajo pa'este lado el amor por lo latino; música y otras cosas. A lo
largo de su carrera dentro de los géneros caribeños ha trabajado
con el Buena Vista Social Club, Isaac Delgado, Alain Pérez, Oscar D'
León, Herencia de Timbiquí y otros tantos. Tiene cuatro placas en
su haber y prepara su próxima producción discográfica.
La
trompetista mete mano al instrumento con tanta pasión que usted
juraría que nació en el Santurce de Luis “Perico” Ortiz o en la
Santa Clara del infinito “Chocolate” Armenteros. La “holandesa
de nacimiento y colombiana de corazón” tiene el tumbao, vaya
que lo tiene. Tal parece ser su amor por la música de la cuenca
Caribe, que desde la mayor de las Antillas prepara su quinto disco
titulado “Cuba Linda”, del que ya se escucha un primer sencillo
grabado con la mítica Orquesta Aragón.
“Casi
muero” compuesto por el colombiano Juancho Valencia, es el tema que
combina la trompeta de Maite con los violines de la charanga eterna
de Rafael Lay Bravo. Son los primeros sonidos de un disco que promete
una combinación perfecta entre la potencia de la trompetista y las
mieles de la cosa caribe. Casi muero cuando escuche a Maite Hontelé
con la Aragón.
Vladimir
Sosa Sarabia
sosasarabia@gmail.com
Publicado en Semanario Todas Adentro N°687. 18 de Noviembre de 2017.
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