La cosa fue en un mercado, en Guarenas. El señor me miraba y
cuando lo detallé no pude evitar el grito de alegría: “Muchachoooo".
Era nada menos que Ray Pérez, el vanguardista presidente
vitalicio de la salsa venezolana, el inconfundible, el único. Ray sonrió
con amplitud, y vino el abrazo.
Con sinceridad debo decir que sigue pareciendo un muchacho. Entero y encantador, erguido, delgado, saludable, fuerte y animoso.
Pensamos igual al mismo tiempo. “Pongamos al día los
números de teléfono”, y Ray: “Déjame hacerte ya una foto”. Yo estaba en
lo mismo ante la miradas de los curiosos que no entendían mucho el
alborozo de esta señora con canas y ese flaco avispao. Jejeje.
Contó que está bien y muy activo. “ Déjame decirte que
estamos trabajando todo el año, sostenidamente. Sorprende cómo llaman
desde Colombia, España, Italia, Panamá...”
Le aseguré que a medida que pase el tiempo serán más los
llamados desde otros países porque poco a poco, también en esta materia,
la verdad de la salsa hecha en Venezuela va recuperando el histórico
lugar que le corresponde y que le fue ninguneado por los intereses
discográficos y del espectáculo extranjeros. “Tú lo dirás jugando, pero
es así, porque con cada concierto afuera viene la avalancha de preguntas
y los investigadores van acopiando datos y corrigiendo errores. Así,
como lo vivimos tú y yo con Beto, el periodista norteamericano. Te
acuerdas?”
Y claro que recuerdo. Me tocó recibirlo en Caracas
acompañada del pana Eliel Rivero, trombón de Bailatino. Venía
exclusivamente a entrevistar a Ray Pérez, y yo fui la intermediaria.
Bien. Está preparando nuevo viaje. “Voy a Barranquilla y a
Cartagena. Luego iremos a España y estamos esperando confirmación de
Italia y de otro país más al norte”.
¿Y qué haces en el mercado?
-Mi esposa se me fue de vacaciones y estoy de amo de casa, cará.
-Mi esposa se me fue de vacaciones y estoy de amo de casa, cará.
Lil Rodríguez
@lildelvalle
Ray Pérez. Foto: Lil Rodríguez |