Los trabajadores
culturales, nos hemos pasado la vida demandando mejores condiciones de trabajo,
más espacios para las artes, más presupuesto para la cultura. Estas exigencias
no van dirigidas únicamente al sector público, el sector privado también tiene
su tara cuando a las artes, la creación, el pensamiento y la cultura en general
nos referimos.
Para la inmensa mayoría de
las personas lo cultural es un accesorio social que sirve solo para el mero
disfrute, pocas veces ven las posibilidades de crecimiento espiritual y de
desarrollo intelectual que puede significar presenciar una obra teatral, un
concierto, una feria del libro, una exposición. Creen que pueden prescindir de
la cultura, sea tangible o intangible.
En cuanto a las políticas
públicas, todo tiene su espacio, su presupuesto. Salvo condiciones
extraordinarias ningún médico va a operar en un campo de fútbol, los maestros
no dan sus clases en medio de la autopista, una orquesta sinfónica no toca desde
una planta de generación eléctrica, no es lo habitual. Del mismo modo los
recursos destinados a la salud, la educación, la infraestructura y la cultura
son totalmente distintos; no se saca de una partida presupuestaria para
satisfacer otra, a menos que, insisto, causas extraordinarias medien.
Entonces, parece un
sinsentido, que un grupo de ciudadanos, "preñados de buenas
intenciones" quizá, critiquen un festival musical o una feria del
libro en una ciudad basado en el hecho de que esta presenta problemas para la
recolección de basura o de alumbrados eléctricos. Sobretodo cuando todos
sabemos que estas fallas, responden más a la ineficiencia o la ineficacia que a
un asunto absolutamente presupuestario.
Será que debemos pedir a
FUNDARTE y al CENAL organizadores del festival Suena Caracas y la Feria
Internacional del Libro de Venezuela respectivamente que se encarguen de
solucionar todos los problemas de la ciudad. El problema radica en que todavía
no alcanzamos a ver la cultura como un sector económico, que además hace
aportes incalculables pero certeros a cualquier sociedad, sobre todo una con
serios problemas éticos y morales como la nuestra. Con el presupuesto de la
cultura no se metan.
Vladimir Sosa Sarabia.
sosasarabia@gmail.com
Enlace: https://issuu.com/todosadentro/docs/todasadentro_739
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