Pasando el jolgorio de año nuevo, luego del abrazo familiar y la fiesta con los amigos amanecimos el primero de enero ya pasado el mediodía, con la noticia de que Memo Morales había cambiado de paisaje, despegó desde el escenario mismo donde entonaba cantos de fiesta y alegría y alzó vuelo muy en alto para coronar una carrera repleta de glorias y aplausos en Venezuela y otras latitudes. El Gitano Maracucho, pisó fuerte y dejó su huella indeleble en la memoria sonora de todos los venezolanos quienes sabiéndolo o no, bailamos sus guarachas y pasodobles con la Orquesta de Luis Alfonzo Larrain, la Billo's Caracas Boys, La Gran Orquesta de Cheo y Memo y otras tantas.
Teníamos en nuestro cronograma dedicar este Consulado, el primero del 2017, a Chano Pozo, tamborero fundamental en la historia de la música afrocaribeña y protagonista de primera línea de la época en la que junto a Dizzie Gillespie, metió mano y percutió los cueros para que surgiera el maravilloso e inigualable cubop o si se prefiere el jazz afrocubano. Chano, había nacido en La Habana un 7 de enero de 1905, formado en la tradición musical afrocubana y curtido en los ritmos religiosos de la tradición Yoruba, convirtiéndose en un virtuoso de la percusión y que lo llevó a tocar en importantes orquestas, formaciones jazzísticas y genios del ritmo como Machito, Gillespie y Charlie Parker.
Enrique Nóbrega por Xulio Formoso. Tomado de semanario Todas Adentro |
Vladimir Sosa Sarabia
sosasabia@gmail.com
Publicado en Semanario Todas Adentro N°643. 07 de Enero de 2017.
Enlace: https://issuu.com/todosadentro/docs/issuu_643
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