En días pasados el cantante Cheo Linares, comentaba a través de su cuenta en una red social, sobre la importancia de mencionar los créditos de las canciones. Específicamente hacía referencia a los arreglistas, que ciertamente casi siempre son obviados por comentaristas, críticos y locutores a la hora de hablar de un trabajo musical específico. Invitaba entonces el sonero a que, sobretodo los locutores, hiciéramos mención a los responsables de los arreglos musicales.
Obviamente, quien escribe se sintió aludido, y convocado pues, a corregir lo que efectivamente es un error por omisión. Es nuestro deber como productores radiales, musicalizadores y locutores dar a conocer el trabajo de nuestros talentos, y a la hora de hablar de una canción, recordar que no son solo cantantes y músicos, sino además compositores y arreglistas los responsables de la pieza. La música, sobretodo la grabada, nunca o casi nunca es creación individual.
Si fuésemos un poco más allá, podría hablarse también de productores e ingenieros de grabación, quienes aportan su talento y experiencia para que las canciones o discos enteros “suenen, como tienen que sonar”, diría un querido amigo instrumentista. Y una vez culminado el disco, viene el proceso de promoción, divulgación; allí entran los promotores, equipos de prensa, programadores, y un largo etcétera de profesionales, responsables de que la creación contenida en un “disco” (en físico o virtual) “llegue, a donde tiene que llegar”.
El problema está cuando nos enfrentamos a la poca información que acompaña el material, que en ocasiones, el equipo de un artista determinado, o el propio artista, nos hace llegar solicitando sea tomado en cuenta para “sonarlo en la radio”. Y es así, que algunos créditos van quedando en la ruta del olvido.
Continuará...
Vladimir Sosa Sarabia
Obviamente, quien escribe se sintió aludido, y convocado pues, a corregir lo que efectivamente es un error por omisión. Es nuestro deber como productores radiales, musicalizadores y locutores dar a conocer el trabajo de nuestros talentos, y a la hora de hablar de una canción, recordar que no son solo cantantes y músicos, sino además compositores y arreglistas los responsables de la pieza. La música, sobretodo la grabada, nunca o casi nunca es creación individual.
Si fuésemos un poco más allá, podría hablarse también de productores e ingenieros de grabación, quienes aportan su talento y experiencia para que las canciones o discos enteros “suenen, como tienen que sonar”, diría un querido amigo instrumentista. Y una vez culminado el disco, viene el proceso de promoción, divulgación; allí entran los promotores, equipos de prensa, programadores, y un largo etcétera de profesionales, responsables de que la creación contenida en un “disco” (en físico o virtual) “llegue, a donde tiene que llegar”.
El problema está cuando nos enfrentamos a la poca información que acompaña el material, que en ocasiones, el equipo de un artista determinado, o el propio artista, nos hace llegar solicitando sea tomado en cuenta para “sonarlo en la radio”. Y es así, que algunos créditos van quedando en la ruta del olvido.
Continuará...
Vladimir Sosa Sarabia
@sosasarabia
sosasarabia@gmail.com
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Publicado en Semanario Todas Adentro N°634. 05 de Noviembre de 2016.
Enlace: https://issuu.com/todosadentro/docs/issuu_634
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