domingo, 27 de noviembre de 2016

Consulado Caribe: DANIEL, AQUEL ANACOBERO


Día a día se va rindiendo el año centenario del nacimiento de Daniel Santos, de todos y de tantos cantores puertorriqueños, uno de los más genuinos e importantes para la historia boricua y, como no, de la cuenca Caribe entera.
Daniel Santos
Santos, es sin duda referencia de rigor entre la canción popular nuestrocaribeña, no solo por su talento artístico, sino por su compromiso honesto con los pueblos, en sus luchas independentistas o de liberación nacional. El Inquieto Anacobero, como se le apodó en Cuba, fue un convencido de la independencia boricua, a tal punto que se hizo militante del Partido Nacionalista de Puerto Rico, fundado por el “Maestro” Pedro Albizu Campos.

En Venezuela, fue perseguido por Marcos Pérez Jiménez. Rómulo Betancourt le prohibió ingreso al país, entre otras cosas por “cabeza caliente” y no era mentira. En 1957, el cantante, que también compositor, había escrito en una servilleta en el bar del Hotel Maracay lo que sería la canción Sierra Maestra, dedicada a Fidel y sus barbudos, y que se convertiría posteriormente en el himno del Movimiento 26 de Julio con la que iniciaba transmisiones la Radio Rebelde desde la insurgente Sierra cubana.
Daniel Santos
Pero no solo la causa boricua y cubana le fueron propias, en la República Dominicana del dictador Trujillo se le prohibió Despierta Dominicano, canción donde invitaba al pueblo de quisqueya, a no caer en la misma desgracia colonial de su Puerto Rico querido: “despierta dominicano, despierta ya amaneció, dale la mano a tu hermano, para que reine la unión”.

En 1992, el 27 de noviembre mientras los venezolanos vivíamos la segunda insurrección militar y popular de aquel año, Daniel Santos rendía su cuerpo y echaba a andar su espíritu anacobero. El cantante, bolerista y guarachero, es sin lugar a dudas uno de los grandes próceres de la música afrocaribeña, claro que sí.

Vladimir Sosa Sarabia
sosasarabia@gmail.com

Publicado en Semanario Todas Adentro N°637. 26 de Noviembre de 2016.
Enlace: https://issuu.com/todosadentro/docs/issuu_637

sábado, 26 de noviembre de 2016

SE ACABÓ LA FIMVEN, ¡QUE SIGA LA FERIA!


Recién finalizó la Feria Internacional de Música de Venezuela 2016 (Fimven) en el Teatro Teresa Carreño y, como toda feria, aquello fue una fiesta. Suerte de espacio-tiempo para el encuentro de quienes desde diferentes facetas hacemos vida en el mundo musical venezolano.




Este evento, importante para el crecimiento de una efervescente economía cultural en este ámbito, permitió momentos para el disfrute pero, sobre todo, para observar desde una óptica mas crítica, por donde va avanzando el asunto y a que ritmo, nos vamos moviendo.

Foto cortesía FIMVEN


El espacio principal de la FIMVEN 2016 es, sin lugar a dudas, donde se desarrollan las rondas promocionales. Allí agrupaciones, músicos y cantantes, en un tiempo estipulado, presentan su proyecto a productores y programadores. Dicho de otra manera, es donde se hace el primer acercamiento para, luego, si hay interés de parte y parte, se entablan relaciones de negocios: contrataciones, invitaciones a festivales, colaboraciones con otros artistas, etcétera, es en este espacio, donde cobra una importancia vital el manager o manejador.



Un buen manejador debe saber aprovechar la oportunidad para convencer sobre el trabajo de su representado. En el negocio de la música no basta el talento y la ejecución musical. Hay que tener olfato y visión. Conocer el mercado, saber que ofrecer. En mi opinión, es un error que los artistas intenten manejar sus carreras, fundamentalmente porque la dualidad de funciones le resta enfoque en cuanto a como “vender” su proyecto. Hay claras y memorables excepciones, ciertamente, pero que solo confirman la regla.

Foto cortesía FIMVEN



Los artistas tuvieron en los conciertos promocionales, la oportunidad de mostrar en vivo su trabajo. La Sala José Félix Ribas fue un espacio de lujo para esta faena y la gran mayoría de las agrupaciones lo aprovecharon al máximo. Allí productores, programadores, comunicadores y público en general, pudimos observar y escuchar, por supuesto, la variedad de sonidos tradicionales, populares, urbanos y de vanguardia, que tejen la malla de nuestra pujante industria musical, que definitivamente tiene con qué.



Las noches de gala, que cerraban cada jornada diaria, fueron un despliegue de altísima calidad: conciertos curados que nos permitieron el encuentro con varios de los mejores talentos de la escena nacional, en la cautivante sala Ríos Reyna. Allí, en los cinco días de gala y a sala llena, se vivieron momentos maravillosos, mágicos, emotivos.


Serenata Guayanesa. Foto cortesia FIMVEN

El espacio ferial nos presentó los diferentes actores de la escena musical, desde alquiler de equipos, hasta disqueras, pasando por constructores de sonido y estaciones de radio. Allí sí nos encontramos todos, aquella gentará discutiendo y debatiendo, inventando eventos, colaboraciones, próximos encuentros; creando y pariendo una industria que nos haga piso porque la cosa de la música no es solo cuestión de músicos.



La Feria es un espacio fundamental. Pero no todo queda en Fimven, eso es apenas un trampolín.



Vladimir Sosa Sarabia

sosasarabia@gmail.com


Publicado el viernes, 25 de noviembre de 2016, en el  suplemento Fin de Semana de El Mundo, Economía & Negocios.

domingo, 20 de noviembre de 2016

Consulado Caribe: FESTIVALES Y FERIAS MUSICALES BAJO FUEGO

A falta de espacios físicos y tiempos comunes para entablar debates de altura, las redes sociales se han ido convirtiendo en una opción. Lamentablemente, estos debates y discusiones, acaloradas a veces, evitan que podamos vernos las caras. Así las redes sociales se convirtieron, la semana pasada, en un foro interesante para el debate sobre eventos musicales, como FIMVEN y sobre todo el venidero Suena Caracas.

La opinión más comentada, planteaba que en medio de una crisis como la que vive el país, no se debe “gastar dinero en conciertos”. Yo soy de los que piensa que la situación actual, no tiene que ver con que el país este quebrado, por el contrario, tiene tanta riqueza que diferentes grupos económicos quieren hacerse de él. Y menos creo que la “escasez de comida y medicinas”, planteamiento también enarbolado como bandera anticultura, esté relacionado con la falta de recursos.

En ese sentido, no apoyaría jamas que se recorte ni un sólo centavo de bolívar al presupuesto destinado a la cultura. Por otro lado, creo necesario generar una discusión seria en relación a que tipo de espectáculos se le proponen a la población. Un debate sobre la estética en nuestra gestión cultural no estaría nada mal. Se debería dentro de su propia programación, tanto FIMVEN como Suena Caracas, disponer de un espacio foro, para analizar y reflexionar sobre sí mismos. Esto partiendo del punto que uno y otro, son altamente positivos, pero aguas abajo, generan una cantidad de críticas e inconformidades importantes que en mi opinión merecen ser escuchadas.

En todo caso, hay que ir a la Feria Internacional de Música de Venezuela y al Festival Latinoamericano de Música Suena Caracas. Hay que hacerse de más y mejores argumentos, para luego exponer nuestro punto de vista con mayor exactitud e incluso credibilidad. La música, la creación en general, nunca están de más, sea en las condiciones que sea.

Vladimir Sosa Sarabia
sosasarabia@gmail.com


Publicado en Semanario Todas Adentro N°636. 20 de Noviembre de 2016.
Enlace: https://issuu.com/todosadentro/docs/issuu_636

lunes, 14 de noviembre de 2016

Consulado Caribe: INOLVIDABLE ALIRIO

Hace 93 años, allá en La Candelaria, un cacerío caroreño del estado Lara, nació nuestro Alirio Díaz. De campesinos hijo y de la música también. Virtuoso de la guitarra clásica, representó al país con gran altura en cuanta tierra pisó. Se hizo grande en vida, tan grande como inmortal, cuando este año cambio de escenario, en día de la independencia.
 
Maestro Alirio Díaz. Fotografía: Maxin Trisamo.
En Trujillo comenzó su periplo universal, luego a Caracas y de allí la emprende hacía Europa. España e Italia le consagraron, haciéndose discípulo de Andrés Segovia Torres, el español jiennense que revolucionó la guitarra clásica, modificando la forma, sonido y capacidad interpretativa transformándola en instrumento para concierto clásico. Alirio fue de los mejores del mundo ejecutando la guitarra, que en sus manos cantaba, recitaba, reía y lloraba.

Pero no siempre fue la guitarra, inició en la música de la mano de Laudelino Mejías, estudiando saxofón y clarinete, instrumentos con los que se incorporó a la Banda del Estado Trujillo, y posteriormente, a la histórica Banda Marcial Caracas bajo la dirección de Pedro Elías Gutiérrez; agrupación próxima a cumplir 152 años de existencia, la más antigua del país. Ingresó a la Escuela Superior de Música "José Ángel Lamas", donde tuvo profesores del tamaño de Raúl Borges, Juan Bautista Plaza y Vicente Emilio Sojo; siendo sumado por este último a la fila de los tenores del Orfeón Lamas.

Para 1950, el de Carora ya interpretaba exquisitamente el instrumento, y es cuando va a la conquista del continente europeo. Alirio dominó lo clásico a su gusto, conquistó los escenarios más exigentes pero nunca olvidó sus raíces, recopiló parte del repertorio popular criollo haciendo maravillosas adaptaciones para guitarra clásica y volvió inmortal a descansar a su querida “aldea nativa”.
Que no se nos olvide Alirio.

Vladimir Sosa Sarabia
sosasarabia@gmail.com
Publicado en Semanario Todas Adentro N°635. 12 de Noviembre de 2016.
Enlace: https://issuu.com/todosadentro/docs/issuu_635

sábado, 12 de noviembre de 2016

El “embajador” Pibo Márquez está en su momento.

Pibo Márquez. Fotografia: Miguel Herrera, de la serie "Artista soy YO" 2016.

Un buen embajador ha resultado ser el músico percusionista Joel Pibo Márquez. El jazzman y salsero criollo se pasea por escenarios internacionales con soltura y arrojo. Lo mismo le da que sea Caracas, Bogotá, México DF o Nueva York, siempre pone la clave y tumbao con la energía que le caracteriza cuando asume la tarima al frente de su orquesta o como invitado de algún otro músico hospitalario.

Pibo Márquez, aún sin agotar las fechas en Colombia, se fue al DF mexicano para participar en el Festival Internacional de las Culturas en Resistencia Ollin Kan 2016. Allí alternó con interpretes de la talla de Los De Abajo, Snowapple, Gen Da Costa y Black Star Band, entre otros; compartió escena con el africano Cheick Tidiane Seek y fue además el responsable de la clausura del Festival frente a su propia orquesta.

De regreso a Colombia, continúa la conquista de la noche bogotana donde ha hecho del mítico Son Salome Caribe su propia casa, para gusto y disfrute de melómanos, rumberos y bailadores. Lo espera el Festival Salsa al Parque 2016, evento que convoca a salseros de todo el mundo a la capital colombiana, y que este año promete, por mencionar algunos, a El Septeto Santiaguero de Cuba; Palo y los legendarios Hermanos Lebron de Estados Unidos y al caleño Willy García. Allí el criollo se estará presente como invitado con la Orquesta Azul Trabuco del bajista Carlos Rengifo.

En el festival salsero Pibo presentará el tema Este es mi momento, grabación que lanzó a mediados de año, fiel a su convicción de salsero duro y de exigente interpretación. A medio andar, entre el sonido neoyorquino y el característico melao venezolano, contó con la voz de “El sonero del Barrio” Frankie Vázquez, bravo sonero puertorriqueño que ha puesto la garganta al Manny Oquendo y su Conjunto Libre, La Orquesta de Jimmy Bosch, The Spanish Harlem Orchestra y Los Soneros del Barrio.

Este es mi momento es el primer sencillo de lo que promete ser el próximo trabajo discográfico del tamborero venezolano y que titula Afromundo del que recientemente largó un segundo avance, esta vez en voz de Wilmer Lozano. Un hermoso tema de homenaje al órísá de la adivinación de la tradición espiritual Yoruba, titulado Pa' Orunmila, que cuenta con Alfredo de la Fe, maestro indiscutible de la música nuestro caribeña, volando en un delicioso e incendiado solo de violín.

Pibo Márquez desde los tambores asumió la tarea de llevar su mensaje afromundo a cuanta tierra ha pisado, un delegado de la cultura mestiza venezolana que se pasea por los escenarios del mundo sin los flashes de los grandes medios, ni las poderosas corporaciones, bien sea en un bar, plaza o la gran tarima el tamborero pone lo suyo y sale bien parado. Hijo y orgullo de esta cuenca caribeña, golpea cueros en clave de jazz, salsa o tradicional, dicta talleres y organiza giras, muerto'e risa y merendando.

Pibo, este es tu momento.

Vladimir Sosa Sarabia.
@sosasarabia
sosasarabia@gmail.com

Publicado el viernes, 11 de noviembre de 2016, en el  suplemento Fin de Semana de El Mundo, Economía & Negocios.

lunes, 7 de noviembre de 2016

Consulado Caribe: HABLANDO DE LOS CREDITOS

En días pasados el cantante Cheo Linares, comentaba a través de su cuenta en una red social, sobre la importancia de mencionar los créditos de las canciones. Específicamente hacía referencia a los arreglistas, que ciertamente casi siempre son obviados por comentaristas, críticos y locutores a la hora de hablar de un trabajo musical específico. Invitaba entonces el sonero a que, sobretodo los locutores, hiciéramos mención a los responsables de los arreglos musicales.

Obviamente, quien escribe se sintió aludido, y convocado pues, a corregir lo que efectivamente es un error por omisión. Es nuestro deber como productores radiales, musicalizadores y locutores dar a conocer el trabajo de nuestros talentos, y a la hora de hablar de una canción, recordar que no son solo cantantes y músicos, sino además compositores y arreglistas los responsables de la pieza. La música, sobretodo la grabada, nunca o casi nunca es creación individual.

Si fuésemos un poco más allá, podría hablarse también de productores e ingenieros de grabación, quienes aportan su talento y experiencia para que las canciones o discos enteros “suenen, como tienen que sonar”, diría un querido amigo instrumentista. Y una vez culminado el disco, viene el proceso de promoción, divulgación; allí entran los promotores, equipos de prensa, programadores, y un largo etcétera de profesionales, responsables de que la creación contenida en un “disco” (en físico o virtual) “llegue, a donde tiene que llegar”.

El problema está cuando nos enfrentamos a la poca información que acompaña el material, que en ocasiones, el equipo de un artista determinado, o el propio artista, nos hace llegar solicitando sea tomado en cuenta para “sonarlo en la radio”. Y es así, que algunos créditos van quedando en la ruta del olvido.

Continuará...

Vladimir Sosa Sarabia
@sosasarabia
sosasarabia@gmail.com


Publicado en Semanario Todas Adentro N°634. 05 de Noviembre de 2016.
Enlace: https://issuu.com/todosadentro/docs/issuu_634