Panamá me duele, como me duelen todos los pueblos de América y del Caribe, con el panameño nos hermana además, su adopción al ideal bolivariano de aquellos años de germen republicano nuestroamericano; así entonces uno va por la vida como diciendo: lo que es con los mios, es conmigo. A Panamá hoy la tienen sometida, una vez más, a la cayapa mediática internacional de la que tanto conocemos venezolanos y venezolanas; todo bajo el impertinente titular de Panama Papers.
Los Papeles de Panamá (mejor los llamamos en castellano), trata de millones de documentos confidenciales filtrados del Grupo Mossack-Fonseca, con sede en Panamá, sobre paraísos fiscales y sociedad mercantiles off shore, de esto nos enteramos supuestamente gracias a un grupo de periodistas, perdónenme que dude, agrupados en el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación.
Los Papeles de Panamá (mejor los llamamos en castellano), trata de millones de documentos confidenciales filtrados del Grupo Mossack-Fonseca, con sede en Panamá, sobre paraísos fiscales y sociedad mercantiles off shore, de esto nos enteramos supuestamente gracias a un grupo de periodistas, perdónenme que dude, agrupados en el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación.
Del asunto se ha hecho picadillo con el nombre de la hermana nación caribeña y coincido con el prócer de la canción, Rubén Blades, cuando plantea que el asunto de los Papeles de Panamá “luce como una acción dirigida a lastimar, denigrar y a empantanar el nombre de Panamá”. Pero no puedo Rubén, dejar de sacarme la espinita encajada, de cuando tú mismo has sido cómplice del rollo mediático, cuando la emprenden contra Venezuela.
Te explico Rubencito, es un asunto del capital, el capitalismo pues; nada personal contra Panamá, ni contra los panameños y panameñas, solo que a veces las potencias del mundo, necesitan un pequeño país, de lo que llaman el tercer mundo, que haga las veces de caballo de Troya. Le tocó a Panamá Rubén, buenísimo que levantes la voz, nosotros la alzamos contigo.
Por estos días de abril, en 2002, venezolanos y venezolanas sufrimos el primer golpe de estado mediático en la historia de la humanidad. Son los mismos medios y las mismas motivaciones, solo buscan lastimar, denigrar y empantanar a los pueblos que se procuran independencia, soberanía y autodeterminación. Nosotros somos Pablo Pueblo, Adán García y Juan González, ellos una terrible mezcla entre Pedro Navaja y el papá de Ligia Elena. Vayalo Rubén, “Ahora y siempre, compañeros”.
Vladimir Sosa Sarabia
sosasarabia@gmail.com
Publicado en Semanario Todas Adentro N°606. 23 de Abril de 2016.
Enlace: https://issuu.com/todosadentro/docs/tira_edicio__n_606