martes, 7 de octubre de 2014

La Casa del Ritmo. N° 1.

 

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La Guerra de 4ta generación o el ponte que te pego. Por VSS


Sí. Estamos ante un escenario de Guerra de 4ta Generación, esto se ha repetido hasta el cansancio, sin embargo las implicaciones de esta severa afirmación rara vez son señaladas, peor aun, pocas veces se ha dicho con tino lo que significa este tipo de conflicto, bajo el cual se encuentra en este momento y con tendencia a recrudecer nuestra Patria venezolana. Una guerra de 4ta generación se caracteriza por la instalación de diferentes teatros de operaciones, que a diferencia de las guerras convencionales (de 1ra, 2da y 3ra generación) no necesariamente significa diferentes espacios geográficos de un territorio (aunque también), y cada uno dependerá de las debilidades y fortalezas de la nación asediada.


En un conflicto de 4ta generación y es el caso Venezolano, el ataque esta fundamentalmente basado en nuestras debilidades, vemos así que tenemos diferentes escenarios o campos de ataque y defensa, siendo los mas notorios la guerra mediática, la guerra económica, guerra sicológica; y por ultimo, mas recientemente se ha puesto sobre el tapete la posibilidad de una guerra epidemiológica, aunque sobre esta última afirmación yo no me aventuraría a avanzar tan ligeramente. Estos diferentes teatros de operaciones se valen de tácticas y estrategias que ya hace rato se han puesto en marcha en el país, y así reconocemos agresiones de distintos tipos, entre ellos, el conflicto social (con la delincuencia como punta de lanza), el terrorismo y paramilitarismo (atentados y control de fronteras), el rumor y la desinformación, el desabastecimiento (de productos y divisas), la protesta violenta (guarimba), y un largo etcétera.


Sobre este mar de escenarios de conflicto hemos estado navegando desde meses antes de la partida del comandante presidente Chávez. Un conflicto de este tipo avanza y evoluciona con una velocidad abrumadora, y sus características son tan cambiantes como lo es la realidad de las naciones atacadas. En un escenario de guerra de 4ta generación la táctica, la operatividad y la estrategia puede cambiar radicalmente en cuestión de minutos, de manera tan agresiva que nuestra capacidad de respuesta es superada fácilmente, hasta que logramos comprender y reaccionar ante la modificación planteada, obviamente siempre muy tarde.

Otra característica fundamental es la capacidad de generar dudas sobre la lectura de la realidad, esta se hace difusa, confusa; una población bajo efectos de Guerra de 4ta Generación (Guerra Sicológica) comienza a dudar de su propia realidad, generando además grandes cantidades de ansiedad por incertidumbre y dudas ante la veracidad de la información, esto implica además, que en su afán por acceder a fuentes informativas fidedignas navegue y naufrague en las falsas noticias, la propaganda negra y el rumor, donde las redes sociales juegan un papel autodestructivo y devastador, pues la víctima se convierte de repente y sin proponérselo en propagador de falsas informaciones, así el sujeto asediado se transforma sin darse cuenta en un agente al servicio de la parte agresora.


Pese a que este tipo de agresiones han sido denunciadas hasta el hastío (hago énfasis en lo del hastío), pocas veces, por no decir nunca, hemos sido lo suficientemente claros y concisos para comunicarle al pueblo, a la base patriota, las razones verdaderas del por que son estos, y no otros, los ámbitos de ataque hacia nosotros. Lo cierto es que de no tener medios de comunicación al servicio de intereses extranjeros y de carecer de una política comunicacional de guerra, de no tener tan altos niveles de corrupción tanto en el sector publico como privado, de no contar con aterradores niveles de inseguridad y violencia social y de no tener una nefasta política cambiaria, estos jamás hubiesen sido los nichos de ataque contra nuestro país.

Pese a lo ya comentado, las posibilidades de salir victoriosos de este conflicto son amplios y esperanzadores, fundamentalmente, porque estamos librando (resistiendo realmente) una agresión cuyo manual se esta escribiendo casi en simultaneo a las acciones adelantadas, es decir, los análisis y correcciones en cuanto al método de ataque y defensa, el enemigo los hace prácticamente cuando las operaciones están, diría Walter, “en pleno desarrollo”. Cabe mencionar que este tipo de conflicto tiene apenas 20 años implementándose en diferentes naciones, lo que significa que ha sido una especie de ensayo y error, hasta que nos tocó el turno.

Nuestra victoria y supervivencia dependerá de la capacidad que tengamos para solucionar (y bajo fuego enemigo será mucho mas difícil) todos los asuntos que nos hacen vulnerables ante un ataque de las características ya descritas, esto aunado a que debemos implementar acciones de defensa de nuestro territorio y sobre todo de protección de la psiquis de nuestro pueblo; en lo sucesivo iremos avanzado y desarrollando cada uno de estos temas en futuros escritos con la intención de aportar un minúsculo granito de arena a fin de contrarrestar venideras agresiones, pero es fundamental comprender y hacer comprender a quien compete que la estrategia de seguridad y defensa de la nación, por ahora, no radica en movilización de tropas, armamentos y misiles, pues mientras esperamos que los gringos desembarquen en La Guaira, no se consigue leche en el mercado.

Vladimir Sosa Sarabia.
Octubre 2014.

jueves, 6 de febrero de 2014

Plan de alfabetización audiovisual, Cultura y Comunicación.


Llama la atención como todo el debate relacionado con la violencia en el cine y la televisión, apunta a afilar los mecanismos de control y censura, incluso uno de nuestros mas notables intelectuales propuso el pasado domingo en su columna semanal “un impuesto de diez UT por cada representación ficcional” de cualquier delito que se difunda en cine, radio y televisión; tamaño paquete, se acabo el cine de vaqueros, acción, suspenso y horror.


Sí, es cierto que hay que aplicar las leyes y reglamentos en cuanto a la emisión y publicación de mensajes violentos, los mecanismos existen, el punto está en ponerlos en práctica. La Ley de Responsabilidad Social en Radio, Televisión y Medios Electrónicos, cariñosamente llamada Ley RESORTE, contempla toda una clasificación de tipos de mensajes que pueden ser difundidos o no, según el horario, pero rara vez, y fundamentalmente en la televisión privada es acatada la norma.

Para efectos de las salas de cine toda película es clasificada como A, B o C, lo que delimita la edad que deben tener los espectadores para poder acceder con “refresco y cotufa” en mano a disfrutar de determinada película; así la cosa queda en, A para todo publico, B para mayores de 12 años y C para los de 18 años en adelante; curiosamente cuando un espectador quiere saber la clasificación de una película determinada, por lo general pregunta “¿Qué censura es?”, sin que eso genere mayor histeria en los acérrimos defensores de la libertad de expresión y de creación.


En Venezuela en los últimos 15 años se ha vivido como nunca antes, la mas pulcra de las libertades de expresión, información y creación, siendo todas defendidas a ultranza por el comandante eterno Hugo Chávez Frías, es mi opinión, así lo creo. Por otro lado, ha sido incentivada como jamas ha sucedido en nuestro país la producción de contenidos en radio, cine y televisión; la creación de canales de tv, radios, casas productoras y salas de cine, por no mencionar numeritos estadísticos, así lo comprueban.

Zamora, tierras y hombres libres / Dir. Roman Chlabaud - Guión. Luis Britto Gárcia

Entonces, desde mi humilde punto de vista, se debe avanzar en dos direcciones, la primera ya bastante comentada, difundida y discutida, como lo es la aplicación de los controles existentes y otros por crearse que regulen los mensaje violentos en nuestros medios. El otro camino y en mi opinión el que resultaría en un mayor impacto social, transformador y revolucionario, es el de la formación; debemos avanzar en un riguroso plan de alfabetización audiovisual, que permita a nuestro pueblo decodificar y rechazar los mensajes ofensivos y violentos a los que nos somete la industria cultural capitalista.

Un plan de alfabetización audiovisual, permitiría nuestro pueblo blindarse ante cierto tipo de mensajes y enfrentarse a ellos sin la vulnerabilidad de la que la industria cultural se vale para intoxicarnos. El análisis critico de los medios, la interpretación de contenidos audiovisuales y mensajes simbólicos debe ser desarrollado desde la escuela y mantenerse a lo largo de todo el periodo de educación básica, disponer de 2 o 3 horas a la semana para ver una película, un documental o un programa de televisión para luego comentarlo con un guía (maestro, profesor o facilitador) que oriente la actividad, debería bastar para que en el andar de su vida se vaya desarrollando la capacidad de comprensión de los contenidos emitidos por los medios.

En este sentido debería poder contarse con espacios en la televisión publica para la formación del resto de los venezolanos, vincular las actividades y tareas escolares con estos espacios para así, involucrar a padres y representantes. La sinergia entre los Ministerios del Poder Popular para la Educación, Educación Universitaria, Cultura y Comunicación e Información es fundamental en este asunto. La emisión de contenidos violentos, sobretodo en el plano de los simbólico si moldea conductas sociales, hay que actuar. Solo la educación nos hará libres.

Vladimir Sosa Sarabia
Director de Fabrica de Medios de MPPCultura
Febrero 2014

miércoles, 5 de febrero de 2014

Winston, cultura y televisión.


Desde la convocatoria que hiciera en innumerables ocasiones el presidente obrero Nicolás Maduro para una avanzada comunicacional y cultural para la paz, muchas acciones se han dado en el campo comunicacional. Cambios, transformaciones y la hasta la creación de nuevos viceministerios dentro del MiPPCI, fue el resultado de un reacomodo orientado a consolidar una hegemonía cultural y comunicacional transformadora. Así entre los diferentes nombramientos William Castillo quien desempeñaba una excelente labor al frente de Tves, quedó encargado del nuevo Viceministerio para la Televisión y como Director General de CONATEL en sustitución de Pedro Maldonado. El timón de la Televisora Venezolana Social Tves fue entregado al animador Winston Vallenilla con Roberto Messuti como segundo de a bordo, y como era de esperarse, allí empezó el zaperoco.

Winston Vallenilla - Presidente de Tves
Winston otrora animador estrella del tóxico RCTV, y quien protagoniza uno de los programas mas lamentables que haya conocido la televisión venezolana como lo es “La Guerra de los Sexos”, es el encargado de dirigir un canal que esta llamado a ser la oferta televisiva de la revolución bolivariana ante la avasallante industria televisiva capitalista. Visto esto, ¿Es una decisión acertada?, no lo se, lo que si me parece es que es una jugada digna de analizar. A mi me gusta pensar que, cuando por las razones que sean, la revolución debe sentarse con los fascistas a debatir o dialogar (si esto acaso fuera posible), el emisario debe siempre ser el mas probado y radical de los revolucionarios (sin que esto signifique exaltar el revolucionometro), el delegado debe ser aquel que tenga mayor claridad de las ideas y teorías socialistas y el mayor compromiso y gallardía en la acción transformadora, es decir, enviar al que menos se les parezca.

Viendo este panorama e intentando una reflexión, vale decir que, Winston quien no solo ha hecho carrera dentro de los medios de comunicación privados como animador y actor (aunque como actor no le fue precisamente bien), se caso con la actriz y modelo Marlene De Andrade y además es hijo de uno de los locutores mas reconocidos de la televisión venezolana, Winston Vallenilla padre. El tipo tiene una vida entera dentro de los medios televisivos, su familia gira entorno a la televisión. El punto es que el animador ha vivido dentro de esa televisión que los venezolanos debemos superar, es decir, conoce al monstruo por dentro.

Tirios y troyanos han despotricado de la decisión de Nicolás, de encomendar al hombre de “La Guerra de los Sexos” y ex militante de la causa RCTVeca la conducción de Tves; unos hablan de la debacle de nuestra propuesta televisiva, por la cual el Gobierno tuvo que confiar a un farandulero las riendas del canal para levantar el rating, suerte de espada de Damocles cuando de medios se trata. Otros irresponsables dispararan, asegurando que el canal social fue entregado a un “escuálido infiltrado”; un solo reclamo, inspirado y emotivo, me hizo detenerme cuando, vía Facebook el periodista José Roberto Duque, haciendo uso de su estilo, mentó madres mientras recordaba como en noviembre de 2013 Vallenilla ofendiera a Rafael Martínez Arteaga, nuestro querido y respetado cultor conocido como “El Cazador Novato”, y si eso fue así y ya lo creo, pues “el Duque” refiere al propio testimonio del Cultor, Winston tendrá mucho que aprender, para entender que en una sociedad socialista la estrella es el pueblo.

Dirigir un canal de televisión en la pujante Venezuela socialista, es una responsabilidad de altísimo nivel, quizá (aunque peque de imprudente) mayor que el de dirigir algunos ministerios. Winston seguramente a estas alturas ya sabrá que fue ascendido al grado de General dentro de la estructura comunicación y cultural de la revolución, y esto significa muchos sacrificios, mucha disciplina y mucha diligencia, y sí coño, no solo tiene que dejar de hacer “La Guerra de los Sexos”, sino que además debe hacer fuerza moral para que ese bodrio desaparezca.

El reto para Winston es el de desaprender todo lo tóxico que la televisión basura haya inoculado en el a lo largo de sus años de experiencia. Superar el facilismo de la televisión bobalicona no es cosa fácil, deberá separar muy bien lo que debe rescatar y que debe desechar de lo aprendido en su trayectoria. El ego, valiosa herramienta a la que meten mano artistas y creadores, deberá ponerlo en descanso, tendrá que escuchar a tantas voces autorizadas (y no autorizadas como la mía) como sea posible para construir un modelo de televisión que este país necesita, pero seamos honestos nadie sabe como es y menos como se hace, ni siquiera los que juran que tienen claro el asunto. Nuestro modelo comunicacional y cultural es una construcción colectiva basada en el ensayo y error; y siempre habrá que dudar de aquel que asegure que tiene la solución en su tablet esperando a que le “den el cargo” para ponerlo en practica.

Mas allá de la disciplina, di mi voto de confianza (y no solo por la instrucción del comandante Chávez) a Nicolás para que dirigiera al país y a la revolución en los años venideros, hasta ahora creo que ni Chávez, ni los mas de 7 millones y medio de venezolanos que apostamos a Maduro nos hemos equivocado; a Nicolás lo he acompañado en gobiernos de calle, inspecciones y otras coyunturas que vivimos en el virulento 2013, y le acompaño en el llamado a conformar una cultura y una comunicación para la paz y la vida, Nicolás invitó a Winston Vallenilla y ambos tienen todo mi respaldo, pero ojo Winston no es gratuito, tienes que desaprender, escuchar y dejarte ayudar.

Vladimir Sosa Sarabia
Productor Audiovisual
Director de Fabrica de Medios de MPPCultura
Febrero 2014