Detalle de Triptico de Tito Salas |
Reza la historiografía oficial que estando el joven Simón Bolívar de visita en Italia, luego de subir el Monte Sacro, se detuvo en medio del cerro aquel y todo inspirado, romántico y tocado en lo más hondo de sus sentimientos de muchacho retrechero e influenciado por su maestro, el cabeza caliente de Simón Rodríguez, dijo una vaina así como: "¡Juro delante de usted, juro por el Dios de mis padres, juro por ellos, juro por mi honor y juro por mi Patria, que no daré descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español!". Entonces, como dicen los muchachos de ahora, “empezó el lío”, aunque ellos usan otro diptongo.
Juramento en el Monte Sacro |
Simón Antonio, como le dice el camarada Alí Gómez García en su libro Falsas, maliciosas y escandalosas reflexiones de un ñángara, que usted no debe dejar de leer, por cierto y valga la cuña; estaba por aquella época medio acongojado, hacia dos años que había enviudado de su María Teresa querida y con 22 años ya estaba bastante claro del desastre que la Corona Española tenía en tierras americanas. Claro, y el ñángara de Simón Rodríguez, también tenía años comiéndole la cabeza con aquello de la libertad, la independencia y toda la cosa.
Simón Rodríguez. |
Vladimir Sosa Sarabia
sosasarabia@gmail.com
Publicado en Semanario Todas Adentro N°673. 12 de Agosto de 2017.
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