Fue en 2011, marzo ventitres, un día antes del cumpleaños de Xiomara, mi mamá. Estaba yo junto a otros buenos compañeros, en Venezolana de Televisión, en un programa en vivo, dedicado a la juventud venezolana, y entra una llamada. Era el Comandante Chavez desde Miraflores, y luego del saludos de rigor y con toda emoción:
Vladimir Sosa: ... quisiera que usted nos diera la oportunidad a los productores y periodistas de Ávila TV a entrevistarlo (...) los muchachos que allí trabajan quisieran poder tener la oportunidad de encontrarse con usted. En una entrevista exclusiva para los jóvenes.
Me disculpa que lo comprometa, Presidente.
Comandante Chávez: ¿cómo te llamas tú, Negro?
VS: Vladimir Sosa.
Cch: Vladimir, claro... Oye, Vladimir, como un amigo que yo tenía en la juventud más joven, allá en Barinas, y él decía yo no bailo con ninguna muchacha hasta que no se defina ideológicamente, jajajaja... Oye, ustedes no llegan a esos extremos ¿Ah, Vladimir?
VS: No, no, para nada, hay que bailar Presidente, hay que bailar. Incluso yo creo que a mucha gente uno la convence bailando.
Cch: ¡Exactamente! Yo le decía a él “mira pero aquella, una muchacha” que estaba bien bonita, “vamos más bien a pasarla para la Revolución”.
VS: Esa es. Trabajo ideológico Presidente.
Cch: Mira, yo me comprometo. Cada día yo tengo un compromiso muy mío que lo he venido asumiendo, producto de estos años, de la dialéctica de cada quien, y el huracán dialéctico que nos rodea y las lecturas, y bueno y la experiencia, en el propio campo de la batalla política.
Ahora fíjate, cada día mientras yo esté aquí debo gobernar obedeciendo cada día más, el mandato de ustedes, desde detalles como ese que tú me comprometes, manda que yo obedezco.
Me comprometo públicamente contigo y con ustedes.
No se pudo dar la entrevista, las circunstancias no lo permitieron. Pero él sabía, él sabe, que la batalla de las ideas solo es posible mediante la comunicación, el diálogo. Y bailar es un proceso comunicativo único. Si algo sabemos los venezolanos es bailar, y como buenos caribeños, bailamos al son que nos toquen. Y es que hasta bailando se entiende la gente. ¿Verdad Hugo?. Feliz cumpleaños Comandante.
Vladimir Sosa Sarabia
sosasarabia@gmail.com
Me disculpa que lo comprometa, Presidente.
Comandante Chávez: ¿cómo te llamas tú, Negro?
VS: Vladimir Sosa.
Cch: Vladimir, claro... Oye, Vladimir, como un amigo que yo tenía en la juventud más joven, allá en Barinas, y él decía yo no bailo con ninguna muchacha hasta que no se defina ideológicamente, jajajaja... Oye, ustedes no llegan a esos extremos ¿Ah, Vladimir?
VS: No, no, para nada, hay que bailar Presidente, hay que bailar. Incluso yo creo que a mucha gente uno la convence bailando.
Cch: ¡Exactamente! Yo le decía a él “mira pero aquella, una muchacha” que estaba bien bonita, “vamos más bien a pasarla para la Revolución”.
VS: Esa es. Trabajo ideológico Presidente.
Cch: Mira, yo me comprometo. Cada día yo tengo un compromiso muy mío que lo he venido asumiendo, producto de estos años, de la dialéctica de cada quien, y el huracán dialéctico que nos rodea y las lecturas, y bueno y la experiencia, en el propio campo de la batalla política.
Ahora fíjate, cada día mientras yo esté aquí debo gobernar obedeciendo cada día más, el mandato de ustedes, desde detalles como ese que tú me comprometes, manda que yo obedezco.
Me comprometo públicamente contigo y con ustedes.
No se pudo dar la entrevista, las circunstancias no lo permitieron. Pero él sabía, él sabe, que la batalla de las ideas solo es posible mediante la comunicación, el diálogo. Y bailar es un proceso comunicativo único. Si algo sabemos los venezolanos es bailar, y como buenos caribeños, bailamos al son que nos toquen. Y es que hasta bailando se entiende la gente. ¿Verdad Hugo?. Feliz cumpleaños Comandante.
Vladimir Sosa Sarabia
sosasarabia@gmail.com
Publicado en Semanario Todas Adentro N°620. 30 de Julio de 2016.
Enlace: https://issuu.com/todosadentro/docs/todosadentro_n__620
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