sábado, 5 de septiembre de 2015

Consulado Caribe: SOLO SE MOJARON

Hace 35 años, un 15 de agosto, una tragedia nubló el corazón del alegre y combativo barrio de San Agustín en Caracas, el Grupo Madera ahogaba su ímpetu y sueños en el Orinoco bravío, en un suceso que tres décadas y media después sigue haciendo un ruido terrible, es como una desafinación en nuestra historia musical contemporánea, un despecho y un dolor que no termina de sanar, ante la incertidumbre; la justicia venezolana esta en deuda (como con muchos otros casos) con el pueblo venezolano, que hoy día seguimos preguntándonos, ¿Qué pasó con el Madera?.

La importancia de aquel Grupo Madera, va mas allá de la valoración estético musical que se pueda hacer de ellos; fue una agrupación de altísima calidad en experimentación y ejecución de ritmos afrovenezolanos, afrocaribeños y afroreligiosos, que nació para cantar, para sonar y para bailar, pero además, para alzar su voz al ritmo de tambor venezolano, de tambor Caribe contra las injusticias sucedidas en un país cuyo gobierno había puesto en jaque a la hoy populosa e inquebrantable parroquia de San Agustín, cuando sus habitantes corrían el riesgo de ser desalojados arbitrariamente bajo artimañas legales, dignas del capitalismo; en esa situación y bajo esas circunstancias nace el Grupo Madera.

“Felices cantamos, a ti pueblo hermano, y hoy vengo a darte luz, mi canción, con honor, himno del amor”, hoy, 35 años después, es justo que la deuda sea saldada y la Revolución bolivariana responda a las denuncias y solicitudes de investigación, hechas por quienes sobrevivieron al naufragio del Madera y que, con brazadas certeras se mantienen a flote ante la decidía y el silencio de la justicia.

Vladimir Sosa Sarabia
@sosasarabia

Publicado en Semanario Todos Adentro N° 576. 5 de septiembre de 2015