CANTANDO BONITO, LA CANTA POPULAR

“Dijo un veguero por ahí

Chávez canta mal,

pero canta bonito”

Cmdte. Hugo Chávez

Cantando Bonito. Foto: Alexis Anteliz @_tauceti

En días pasados con motivo de los 61 años de vida del Comandante Chávez, se organizó gracias a CONATEL y el Fondo de Responsabilidad Social, el ciclo de conciertos “Cantando Bonito, poesía y amor para el Arañero”, fueron noches especialísimas con una significativa representación de nuestros cantores y cantoras populares. Trinos y sonidos de hombres y mujeres, hijos e hijas de este pueblo bonito que somos, surcaron los aires para mecernos en el amoroso vaivén de la canta popular.

Fabiola José. Foto: CONATEL

Gino González. Foto: CONATEL

Durante una semana las voces de Fabiola José, Gino González, Alí Alejandro Primera, Lilia Vera, Marisela Querales, Carota Ñema y Tajá, Ana Cecilia Loyo, Los Hermanos Colina, Ernesto Da Silva "el Ciclón de Margarita" y Daisy Gutiérrez, respaldados y escoltados por un grupo de músicos de altísimos quilates, revistió de honores de pueblo la sala José Félix Ribas del Teatro Teresa Carreño para homenajear al Comandante Eterno y regalarnos a los asistentes la alegría de la música tradicional y popular venezolana.

Alí Alejandro Primera. Foto: Ivenny Marcano

Lilia Vera. Foto: Ivenny Marcano

Venezuela es rebelión y libertadores, también es canción y cantores; canción rebelde y cantores libertarios, el canto popular nuestro es comprometido, radical y fiel, muy fiel al pueblo por el que vibra y que lo lleva en su pecho. Y todo eso quedó demostrado en los diferentes espacios-tiempos en que la canta popular, como la nombra la madre cantora Lilia Vera, fue liberada y entregada a los asistentes.

Ana Cecilia Loyo. Foto: Vladimir Sosa Sarabia

El canto popular es una hermandad de hombres y mujeres, forjada y templada entre música y pueblo, cual agua y fuego; y que a golpes de mandarria, como herrero contra metal, va existiendo, creciendo y renaciendo en el corazón de los cantores, músicos y creadores de esta tierra bonita. El canto popular que tanto han querido ahogar en la decidía goza de una sanidad estética, física y espiritual tan estoica como potente, y es que nuestros sonidos tradicionales aun no gozan de los derechos que por herencia ancestral le corresponden.

Israel Colina. Foto: Vladimir Sosa Sarabia

El Canto popular existe en nuestros cultores y el pueblo habita en él, militar en la canción popular aunque lo tuyo no sea el canto es una obligación y acto de responsabilidad histórica; nuestra música no niega otros sonidos, porque todos son hijos de ella, hemos escuchado rockeros o raperos beber del repertorio tradicional para transformarlo y expresarse a través de letras y composiciones de nuestros mas talentosos y ancestrales creadores. Es por el contrario la industria cultural quien sí le teme al canto nuestro.

Ciclón de Margarita. Foto: Vladimir Sosa Sarabia

 El Canto popular resulta peligroso para la gran industria musical, porque ostenta una riqueza a la que ninguna disquera, ni casa promotora de artistas de laboratorio puede meter mano; es esa natural conexión ancestral y espiritual de lo que es nuestro, que nos pertenece y ha pertenecido siempre, aunque algunos desconozcan su existencia y hasta renieguen de ella.

Daisy Gutiérrez. Foto: Vladimir Sosa Sarabia

 Seguir cantando lo nuestro es un acto de rebeldía tan artero como glorioso, que nuestra música hermosa y libertaria vuele a todos los escenarios, plazas, pueblos y caseríos del mundo es la tarea; la canta así lo merece, pero además, así lo merece también la gente buena de la Tierra.

Que siga el canto bonito.

Vladimir Sosa Sarabia

Agosto 2015